El abandono confiado a la Divina Providencia
Uno de los libros más consoladores que hay. Especialmente cuando nos cuesta aceptar la Voluntad de Dios en nuestra vida.
Nos dice San Claudio: «Dios dirige todos los acontecimientos de que se lamenta el mundo. Nadie puede ver las cosas mejor que Dios mismo, puede penetrar en el porvenir, prevé los acontecimientos y el efecto que cada causa debe producir. A veces los accidentes más importunos tienen consecuencias dichosas y, por el contrario, los éxitos más favorables pueden acabar finalmente de manera funesta.»