Vigilancia en el error
He pegado un salto hasta la catequesis cuarta de san Cirilo, espero que si te están interesando estos textos de catequesis, seas tú el que se lea el libro que seguro que lo encuentras a un buen precio en Amazon o en cualquier librería.
San Cirilo después de hablarnos de la preparación al bautismo, de la penitencia y el pecado y del bautismo, ahora comienza una catequesis que titula “Los diez dogmas” donde nos ofrece una síntesis de la fe cristiana. El esquema que va a seguir esta catequesis es: Dios, uno y trino, la Encarnación, Redención y el hombre.
En este primer apartado está avisando del peligro que podían tener los catecúmenos que todavía no tenían una sólida fe formada y que el demonio está al acecho para cuando tengan dudas de fe meter cizaña aprovechando esa debilidad.
Esto que san Cirlilo les advierte a los catecúmenos es aplicable a todos los cristianos. Aunque lleves 50 años yendo a Misa y rezando el rosario diariamente, puede que no tengas la formación adecuada, que seas cristiano de corazón pero no de conocimiento. Yo alguna vez le he preguntado a una persona de Misa diaria: “Tu eres un buen cristiano ¿verdad?”. Y me ha dicho: “Si, claro desde pequeño he ido siempre a Misa y he rezado el rosario diariamente”. Y le he preguntado: “¿Te atreverías a explicarle a un adulto que quiere saber que es ser cristiano? ¿A darle una charla de dos o tres días explicándole cuál es tu fe?”. Y me ha dicho: “No, es que no sé cómo explicarle, yo soy cristiano pero no soy catequista”.
Por este motivo la formación cristiana no se acaba una vez que me han bautizado, he tomado la primera comunión y me han confirmado. La vida cristiana debe ser una vida de constante formación, leyendo libros de espiritualidad, comentarios bíblicos, meditaciones, acudiendo a formaciones y charlas en la parroquia, escuchando o viendo videos en las redes, pero ojo que en internet hay de todo y muchas de las cosas que se encuentran no son muy católicas, siempre, si es posible ayudado por tu director espiritual o por el Párroco.
Tenemos que tener fe, pero la fe es un don que Dios da pero también una tarea nuestra, una tarea de pensar, de razonar, de leer, de entender, de aprender, de tener argumentos para demostrar. Ser cristiano no es sólo ir a Misa y rezar, esto nos lo tenemos que meter en la cabeza. Jesús cuando creó la Iglesia no les dijo a los discípulos y apóstoles que fuesen a la sinagoga a rezar y celebrar la Eucaristía en recuerdo suyo y ya está. “Y les dijo: Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. (Marcos 16,15)”. Por este mandato de Jesús, tenemos que conocer bien, tenemos que formarnos bien, tenemos que saber que es lo que creemos, cuáles son los dogmas y verdades de nuestra fe, para poder proclamar el Evangelio. Todos los cristianos, no sólo los curas y los catequistas.